El exceso de gases o flatulencia es una molestia muy común, sufrido por todos de forma puntual o recurrente que, en la mayoría de los casos, no es signo de ninguna enfermedad grave.
Sin embargo, cuando este síntoma va acompañado de otros cambios digestivos persistentes, puede surgir la duda: ¿el exceso de gases podría ser un signo de cáncer de colon?
En este artículo revisaremos qué dice la evidencia científica al respecto, con el fin de disipar posibles dudas en relación al cáncer.
Sin embargo, como siempre, lo más importante es recordar que cada caso es diferente y que cualquier síntoma preocupante lo tiene que valorar el personal sanitario. Es decir, al margen de lo que leas en este artículo, si tienes dudas, habla con tu médico.
¿Qué es el exceso de gases y por qué se produce?
La flatulencia es la acumulación de gases en el aparato digestivo. Es un fenómeno muy normal: de media, según Cancer Research UK, las personas podemos expulsar gases entre 15 y 25 veces al día. Sin embargo, en ocasiones, las enfermedades, la los hábitos alimentarios y el estrés pueden aumentar la cantidad de gases expulsados.
Los principales responsables de las flatulencias suelen ser:
- Aire tragado al comer o beber rápidamente.
- Fermentación intestinal, cuando los microrganismos presentes en el sistema digestivo descomponen alimentos no digeridos (pasa a veces con legumbres, coles, cebolla…).
- Intolerancias alimentarias (a la lactosa, fructosa, gluten).
- Ciertas enfermedades como el Síndrome de intestino irritable (SII), que altera la motilidad intestinal y potencia la formación de gas.
Aunque resultan incómodos o incluso dolorosos, los gases por sí solos no son consecuencia de un tumor.

Causas benignas más frecuentes
Antes de pensar en cáncer, conviene descartar factores benignos y muy comunes:
- Hábitos alimentarios: a veces los alimentos ricos en fibra soluble (legumbres, avena) pueden fermentar en el colon, produciendo más gas. También la ingesta de bebidas gaseosas potencia estas flatulencias.
- Hábitos: masticar chicle, beber con pajita o tragar mucho aire al comer aumentan la cantidad de gases que entran en el organismo.
- Medicamentos: algunos antibióticos o laxantes pueden alterar la microbiota intestinal (es decir, los billones de microorganismos que pueblan el intestino) y aumentar las flatulencias
- Ciertas patologías digestivas: el SII o episodios de indigestión suelen generar hinchazón y gases recurrentes. Lo mismo ocurre con las intolerancias, que vienen acompañadas de gases al comer alimentos específicos.
Si la presencia de gas va acompañada de dolor, que mejora al ser expulsado, suele tratarse de un problema digestivo benigno.
En determinados casos, es aconsejable observar si la flatulencia aparece después de comer determinados alimentos (lactosa, gluten, etc), pues podría tratarse de un problema de intolerancia. En este caso, es necesario acudir a un profesional sanitario para confirmar este posible diagnóstico.
Exceso de gases y el cáncer de colon ¿Cuál es la relación real?
El cáncer de colon puede manifestarse con molestias abdominales persistentes, entre las que se incluyen gases, hinchazón o calambres. Sin embargo, estos síntomas son muy inespecíficos, comunes y suelen ir acompañados de otros signos más característicos de esta patología:
- Sangre en las heces (visiblemente roja o en forma oscura).
- Cambios en el hábito intestinal, como diarrea o estreñimiento más prolongados de lo habitual.
- Sensación de evacuación incompleta.
- Pérdida de peso o anemia inexplicable
- Cansancio que no mejora con el descanso
En la mayoría de pacientes con cáncer de colon, la flatulencia no es el síntoma principal, sino parte de un cuadro de malestar abdominal persistente. Por ello, no hay que alarmarse por un episodio aislado de gases.
Sin embargo, si aparecen otros signos preocupantes están presentes, es importante acudir a un especialista. No necesariamente por un posible tumor de colon, porque esos síntomas pueden aparecer por muchas otras causas médicas que también es conveniente que valore un médico.
No obstante, una valoración médica a tiempo puede ser clave: La detección precoz del cáncer de colon salva vidas: las pruebas de cribado (colonoscopia o test de sangre oculta en heces) están recomendadas a partir de los 45–50 años, o antes si hay antecedentes familiares.
¿Pero por qué a veces aparecen gases asociados a un tumor?
Un estudio de supervivientes de cáncer colorrectal identificó que, entre los síntomas más frecuentes tras el tratamiento, la flatulencia aparece en combinación con fatiga e insomnio de nueve meses a tres años después del diagnóstico. Esto indica que el gas excesivo puede ser consecuencia tanto del propio tumor como de tratamientos (cirugías, radioterapia).
Cuando existe un cáncer de colon, hay varias alteraciones en el intestino que pueden favorecer la acumulación de gases y las molestias asociadas:
- Obstrucción parcial del tránsito
El tumor puede estrechar el conducto digestivo, ralentizando el avance de las heces y de los gases. Al acumularse allí, notamos más hinchazón y flatulencia.
- Alteración de la microbiota intestinal
La presencia del tumor, junto con tratamientos como quimioterapia o antibióticos, puede desequilibrar la microbiota intestinal normal. Algunas bacterias producen más gas al fermentar fibras mal digeridas, lo que amplifica la producción de gases intestinales.
- Mala absorción y fermentación de nutrientes
Si el colon afectado pierde parte de su capacidad de absorber agua y nutrientes, llegan más restos no digeridos a final del sistema digestivo, donde las bacterias los fermentan, generando gases.
- Inflamación y secreción de líquidos
El tejido tumoral suele acompañarse de inflamación crónica. El intestino inflamado puede secretar más líquido y mucus en su interior, facilitando la fermentación bacteriana y, por tanto, la producción de gas.
- Efectos de la cirugía o radioterapia
Tras una cirugía intestinal o irradiación local, la motilidad intestinal se altera temporalmente, lo que favorece estancamientos y gases.
- Cambios en la dieta
Durante el tratamiento o tras el diagnóstico, a veces se ajusta la alimentación hacia más fibra o ciertos suplementos probióticos/prebióticos. Si se introduce de golpe, la microbiota puede reaccionar produciendo más gas hasta que se ajusta.
En conjunto, estos factores explican por qué muchos pacientes con cáncer de colon experimentan hinchazón, sensación de pesadez y gases frecuentes.
Mantener una dieta adaptada (fibras suaves, fraccionada), una buena hidratación y, cuando esté indicado, el uso de probióticos o moduladores de la motilidad puede ayudar a aliviar estas molestias. Consulta a tu especialista si tienes dudas.
Prevención y hábitos saludables
Para mantener un colon sano y reducir el riesgo de cáncer, es importante seguir hábitos saludables, como:
- Hábitos alimentarios saludables con abundante fibra (frutas, verduras, cereales integrales).
- Hidratación adecuada (1,5–2 L de agua al día).
- Ejercicio regular, al menos 30 min diarios de ejercicio moderado.
- Evitar el consumo de alcohol y carnes rojas procesadas.
- Evitar el tabaco.
- Cribados periódicos, especialmente a partir de los 45 años o ante factores de riesgo.
Conclusión
El exceso de gases rara vez es un signo aislado de cáncer de colon.
No obstante, si se asocia a otros síntomas digestivos persistentes, como sangrado, cambios importantes en el hábito intestinal, dolor continuo o pérdida de peso, es fundamental consultar al médico.
Un diagnóstico temprano, apoyado en pruebas de detección recomendadas, mejora notablemente el pronóstico en caso de existir enfermedad.
Mantener hábitos de vida saludables y estar atentos a las señales de alarma son las mejores estrategias para cuidar la salud intestinal.
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