CRIS avanza con inmunoterapia y CART-T de cuarta generación en un cáncer raro provocado por el amianto que es un problema de salud pública en potencia
Investigar cómo detectar y atacar de una forma más eficaz las células malignas, que se ‘camuflan’, entorpecen o ‘desactivan’ los tratamientos, es un verdadero desafío y una necesidad vital para avanzar hacia la cura del cáncer. En esta línea trabaja el grupo investigador dirigido por la Doctora Astero Klampatsa gracias a la financiación de la Fundación CRIS contra el Cáncer en Reino Unido en su sinergia con The Institute of Cancer Research en Londres, una de las instituciones más potentes e influyentes en la investigación de cáncer y que trabaja junto al Royal Marsden NHS Foundation Trust, un hospital de referencia mundial en tratamiento de cáncer.
Las investigaciones del grupo se centran en el mesotelioma, un tipo de cáncer torácico cuya principal causa es la exposición al asbesto o amianto que afecta a personas de entre 50 y 60 años en países desarrollados que estuvieron expuestas de manera prolongada a estos minerales antes de que se empezase a retirar. Además se ha convertido en un problema de salud pública en potencia ya que la industria del amianto tiene una gran presencia en países en vías de desarrollo al ser un material más barato de construcción. En este sentido los avances son de gran importancia ya que las tasas de supervivencia a este tumor son muy bajas, en torno al 10% a los 5 años.
“Mi grupo, financiado por la Fundación CRIS, desarrolla nuevos CAR-T de inmunoterapia contra el mesotelioma y otros tipos de cáncer de pulmón. La inmunoterapia emplea el propio sistema inmune del cuerpo para luchar contra el cáncer y rápidamente se ha establecido como un pilar fundamental en los tratamientos oncológicos mejorando la prognosis y supervivencia de muchos pacientes con una amplia variedad de tumores malignos. Por esto, el desarrollo y uso de inmunoterapia es crítico en nuestra lucha contra el cáncer en el futuro”, explica la doctora Klampatsa.
Los linfocitos CART-T, células del sistema inmunitario a las que se les introduce por ingeniería genética un receptor a modo de radar para detectar a células tumorales y destruirlas, se han convertido en uno de los tratamientos de inmunoterapia con mayor proyección en cáncer con grandes resultados en tumores de sangre. Pero en los tumores sólidos, el microambiente tumoral es capaz de inactivar progresivamente a los linfocitos CART-T y limitar su eficacia.
Este proyecto a cinco años vista, con una dotación de más de 1,5 millones de euros de la Fundación CRIS, trata de avanzar en el campo de la inmunoterapia para eliminar el cáncer. Tiene una gran proyección clínica y se centra en dos áreas importantes: el desarrollo de CAR-T de cuarta generación (o TRUCKs) más eficaces, seguros e inteligentes y en los interruptores moleculares de los linfocitos T para que las células tumorales no puedan ‘desactivar’ los tratamientos de inmunoterapia.
La doctora Klampatsa, que acumula años de experiencia en el desarrollo de células CAR-T, trabaja en The CRIS Cancer Foundation Biology Lab en la mejora de los CAR-T de cuarta generación -TRUCKs-, que además de incorporar el receptor/radar para detectar el tumor, son capaces de mandar señales de alarma para atraer refuerzos de células o sustancias que mejoren el microambiente tumoral e impidan así que se neutralice la actividad de los CAR-T. De esta manera no sólo se impide que se neutralice la actividad de los CAR-T, sino que gracias a las señales del TRUCK el sistema inmunitario del paciente pone en marcha por sí mismo una respuesta antitumoral. Una vez estén desarrollados y validados en laboratorio, se espera poner en práctica estas nuevas terapias celulares en ensayos clínicos.
Por otro lado, el grupo de esta joven y prometedora investigadora procedente de Estados Unidos, se centra en otro tipo de inmunoterapia: los Immune Checkpoints. Pese a que los linfocitos T son muy eficientes contra las células tumorales, éstas pueden llegar a accionar estos interruptores e inactivar a los linfocitos T. Afortunadamente, existen inmunoterapias basadas en anticuerpos que pueden devolver la actividad a los linfocitos T.
No obstante, este tipo de inmunoterapia no funciona en todos los pacientes. Se estima que sólo entre un 40-50% de los pacientes a los que se trata de esta manera responden a la terapia. Por ello es fundamental buscar maneras de identificar y seleccionar a los pacientes que sí van a responder, y administrar la inmunoterapia solamente a los pacientes que van a responder a ella.
Para identificar posibles biomarcadores o elementos que permitan identificar a esos pacientes, el grupo de la Dra. Klampatsa estudiará en profundidad muestras de un gran número de pacientes de mesotelioma de diversos hospitales. Estas muestras se obtendrán en el momento el diagnóstico y después de que los pacientes sean tratados con inmunoterapia contra immune checkpoints. De esta manera se podrá observar los cambios en los tejidos, en el sistema inmunitario y en el microambiente tumoral en los pacientes que responden bien al tratamiento y en los que no. Estos datos serán fundamentales para comprender qué ocurre en cada grupo de pacientes, y para desarrollar métodos diagnósticos que permitan predecir qué pacientes responderán correctamente a los tratamientos contra Immune Checkpoints.
Nueva sinergia internacional por la investigación
La puesta en marcha de este proyecto de inmunoterapia en Reino Unido donde la Fundación CRIS cuenta ya con una trayectoria de más de seis años en investigación, es otro importante paso firme de cooperación internacional de la Fundación CRIS contra el cáncer, que defiende la necesidad de colaborar con los mejores investigadores y los centros más punteros para avanzar en la cura del cáncer.
Así, ya ha realizado una fuerte apuesta internacional en la investigación contra los tumores cerebrales infantiles a través del apoyo a cuatro instituciones europeas líderes en el campo de la investigación como el Institute of Cancer Research (Londres), Instituto Gustave Roussy (París), Hospital Niño Jesús (Madrid) y la Unidad CRIS de Investigación de Terapias Avanzadas de La Paz para una línea de tumor cerebral; también ha impulsado la formación de 24 investigadores becados en 15 instituciones de excelencia en investigación en 11 ciudades de 5 países extranjeros; además tiene un acuerdo con la prestigiosa Prostate Cancer Foundation para la entrega de dos Young Investigator Awards que premian a jóvenes científicos europeos de altísimo potencial para que investiguen cáncer de próstata en Europa durante tres años; acaba de activar junto a la Damon Runyon Cancer Research Foundation -una fundación estadounidense que cuenta con 12 Premio Nobel- dos potentes programas de movilidad para que científicos post doctorales en Estados Unidos sigan su carrera en Europa y en la pandemia del Covid19 ha participado a través de sus Unidades CRIS en ensayos Clínicos internacionales además de lanzar el Fondo CRIS Investigación Covid y Cáncer (https://criscancer.org/covid19/).