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Carne roja y cáncer de colon: ¿riesgo real o mito?

El consumo excesivo de carne roja y procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Reducir su ingesta y optar por una alimentación rica en fibra y vegetales puede ser clave para la prevención

CRIS Contra el Cáncer
Fecha de publicación:
julio 21, 2021
Fecha de revisión:
agosto 19, 2025

En los últimos años, el debate sobre si la carne produce cáncer ha tomado fuerza, especialmente tras los informes de la OMS que vinculan el consumo de carne roja y carnes procesadas con un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon. Pero, ¿a qué se debe esto? ¿Hay motivos reales para la preocupación?

¿Qué dice la OMS y la comunidad científica?

En 2015, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, clasificó las carnes procesadas como alimentos cancerígenos para los humanos (grupo 1), y la carne roja como «probablemente cancerígena» (grupo 2A). Esto generó titulares alarmantes como: «la carne es cancerígena según la OMS«, provocando una fuerte reacción social.


Esta clasificación no implica que comer un bocadillo de jamón cause cáncer de inmediato, sino que existe suficiente evidencia de que un consumo excesivo de carne roja o procesada puede aumentar el riesgo de cáncer, sobre todo el cáncer colorrectal.

Carne roja y carnes procesadas: ¿en qué se diferencian?

  • Carne roja: Incluye la carne de mamíferos como vaca, cerdo, cordero o cabra. No está procesada, pero su ingesta frecuente se ha asociado con mayor riesgo de tumores digestivos.
  • Carnes procesadas: Embutidos, fiambres, salchichas, jamón curado, bacon… Son carnes modificadas mediante salazón, curado, fermentación o ahumado. Estas transformaciones generan compuestos que han sido relacionados con el desarrollo de varios tipos de cáncer.

La combinación de carne roja con cocción a altas temperaturas (como a la parrilla) puede formar determinadas sustancias, como aminas heterocíclicas y compuestos nitrosos, ambos con potencial cancerígeno. Por eso se ha planteado que incluso la carne asada puede producir cáncer si se consume en exceso.

¿Qué relación hay entre carne y cáncer?

Estudios recientes han estimado que el consumo de carnes rojas y procesadas puede estar implicado en un 25 % de los casos de cáncer de colon. Además, se han encontrado asociaciones con otros tipos de cáncer, como el de estómago, páncreas, esófago y pulmón.

Estas evidencias invitan a la concienciación para mejorar la dieta y revisar nuestros hábitos alimentarios.

¿La carne es cancerígena?

La clave está en la dosis y la frecuencia. La carne no es cancerígena en sí misma, pero el exceso sí puede incrementar el riesgo. Los efectos negativos dependen de cuánto y cómo la consumimos.


¿La carne procesada es cancerígena? Sí, según la OMS.
¿La carne roja causa cáncer? Existe una asociación probable, especialmente cuando se consume en grandes cantidades durante largos periodos de tiempo.


En cambio, la carne blanca (pollo, pavo, conejo) no está asociada con mayor riesgo oncológico y se considera una alternativa más segura.

¿Cuánta carne roja se puede consumir?

Organismos de salud como el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomiendan limitar el consumo de carne roja a menos de 500 gramos por semana, lo que equivale a unos 70 g al día.

En cuanto a las carnes procesadas, se sugiere evitarlas por completo, ya que incluso en pequeñas cantidades han demostrado tener efectos negativos.

Cómo reducir el riesgo de cáncer asociado al consumo de carne

Si te preocupa el cáncer y tu alimentación, estas son algunas recomendaciones:

  1. Reduce el consumo de carnes rojas y procesadas.
  2. Evita embutidos y fiambres industriales.
  3. Modera la cocción a la brasa o fritura.
  4. Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra: frutas, verduras, legumbres y cereales integrales ayudan a proteger frente al cáncer de colon.
  5. Sustituye proteínas animales por opciones más saludables: pescado, legumbres, huevos o carne blanca.
  6. Mantén un estilo de vida activo, haz ejercicio con regularidad y evita el sedentarismo.

Conclusión

Decir que la carne roja es cancerígena puede sonar alarmante, pero lo cierto es que todo depende de la cantidad, el tipo de carne y la frecuencia de consumo. Comer carne produce cáncer sólo si se abusa de ella y se descuidan otros aspectos de la dieta y el estilo de vida. Lo importante es tomar decisiones informadas y equilibradas.

Desde CRIS contra el cáncer apostamos por la investigación científica y la prevención como las mejores herramientas para reducir el impacto del cáncer en la sociedad. Y tú, ¿ya has revisado tu dieta hoy?

Emilia Gómez Pardo. PhD.Asesora científica de CRIS contra el cánceren temas de estilo de vida y alimentación.

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