Bruno Paiva es ganador del Programa CRIS de Excelencia 2020, que cuenta con una dotación económica de 1.250.000€ distribuidos en cinco años por cada candidato. Desde la Universidad de Navarra, investigará de una manera totalmente innovadora el cáncer en la sangre. El mieloma múltiple es el segundo tumor hematológico más frecuente, y tiene tasas de mortalidad muy altas y hoy en día todavía es incurable.
El mieloma, junto a otras enfermedades hematológicas, pasa por una etapa benigna llamada Gammapatía Monoclonal de Significado Indeterminado (o MGUS por sus siglas en inglés) que en la mayoría de los casos no progresa a una enfermedad grave. Sin embargo, por razones que aún no se conocen, algunos de estos pacientes progresan a enfermedades mucho más graves como el mieloma múltiple.
Proyecto multicéntrico con 5.000 pacientes
En este proyecto, el Dr. Paiva pondrá en marcha un estudio multicéntrico que estudiará a 5.000 pacientes con gammapatía monoclonal de significado incierto, para comprender las causas de la transformación desde las fases previas (y generalmente benignas) de esta enfermedad a tumores incurables como el mieloma múltiple, linfoma linfoplasmocítico o la amiloidosis. Con la información obtenida se desarrollará un método diagnóstico aplicable en el día a día de los laboratorios hospitalarios, que permita identificar de manera muy temprana e individualizada, a los pacientes con riesgo de progresar a un tumor de células plasmáticas o de desarrollar infecciones severas, algo que salvará muchas vidas.
“Lo que pretendemos hacer, yo creo que es único en el mundo, desde luego en Europa y por supuesto en España. Buscamos la integración de nuevos biomarcadores que de alguna forma son asequibles y que estén disponibles en la inmensa mayoría de los laboratorios clínicos en los hospitales españoles y por todo el mundo. Y que permitan de forman inequívoca discriminar el paciente hay que seguir, pero cuya probabilidad de desarrollar una infección severa o un tumor de células plasmáticas como puede ser el mieloma múltiple, es muy muy reducida, sino nulo.
Otros pacientes cuyo riesgo es más alto y estos pacientes podrían ser candidatos a un seguimiento más exhaustivo, más intenso. Y, sobre todo, y ahí es donde quisiéramos llegar a cinco años vista, candidatos a intervención precoz, con vistas a que nunca desarrolle una condición, una patología que conlleva una disminución en su probabilidad de supervivencia”, señala el Dr. Paiva.